Un instante y fue el que tome prestado mientras ella posaba para la foto de un medio que cubría la celebración del Premio Tijeras de Plata 2014 organizado por la Cámara Argentina de la Moda, fue suficiente ese momento para comprobar que su impronta se sostiene en su mirada. La observaban, la mayoría se fascinó al menos por unos segundos cuando la vio en ese vestido helénico que con toda comodidad lucía y a la vez desfilaba sin intención pero lo que realmente hizo que me rindiera ante lo simplemente lindo fue la naturalidad de sus movimientos y expresiones. Pude intercambiar algunas palabras luego de la foto y en ellas también estaba presente su mirada; sobre la nueva costura, sobre su participación en una puesta en escena dedicada a la danza y un poco acerca de la protección de los espacios culturales del mundo. Fue un instante y de alguna manera me quedó claro que Catalina Rautenberg, además de ser una mujer con atractivos ojos, su belleza personal y la que propone en sus diseños radica en el resultado de esa mirada, en lo que transmite, en la incesante curiosidad e interés de lograr que lo precioso del mundo pueda ser advertido desde su visión.
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